Michael comenzó a correr durante el primer año de la universidad, entrenando gradualmente para correr distancias más y más largas. Ahora en su último año universitario, Michael ha comenzado a correr en montaña y sueña con correr el maratón de la Infantería de la Marina (Marine Corps) algún día.
La pasión de Michael por el deporte que ha escogido comenzó a ser difícil cuando empezó a sentir dolor en la pierna, a la altura de la tibia y la espinilla, durante su segundo año en la universidad. Su doctor le dijo que debía dejar de correr durante 6 semanas porque tenía una lesión debido al desgaste en sus músculos y tendones. Pero después de algunas semanas de descanso, Michael volvió a correr como si nada hubiera ocurrido y no ha tenido más problemas desde entonces.
¿Qué son las lesiones provocadas por un esfuerzo repetitivo?
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Previniendo las lesiones ocasionadas por los deportes.
Comienza la temporada deportiva con un examen físico realizado por tu doctor para que puedas comentarle cualquier problema o circunstancia antes de que comiences a hacer ejercicio o a prepararte para una competencia. A continuación te damos otros consejos:
- Siempre realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento, antes y después de empezar a hacer deporte.
- Utiliza la vestimenta adecuada para el deporte que practiques. Por ejemplo, los jugadores de tenis deben de usar raquetas a la medida para poder agarrar la raqueta debidamente. Utiliza protectores para el tipo de deporte que realices, como por ejemplo, rodilleras y bandas acolchonadas para la muñeca.
- Bebe suficiente agua, antes, durante y después de hacer ejercicio. Escucha a tu cuerpo y descansa cuando te sientas cansado(a).
- Varía tus actividades diarias. Alterna el correr a distancia con montar en bicicleta o por ejemplo nadar.
- Si tienes síntomas como por ejemplo dolor, hinchazón, adormecimiento o rigidez en tus músculos mientras realizas un ejercicio, descansa inmediatamente y visita a tu doctor.
Cuidándote a ti mismo
La prevención es la mejor de las medicinas cuando hablamos de las RSIs. La flexibilidad y la fortaleza en general pueden ayudar a prevenir las RSIs, así que haz ejercicio y permanece activo(a) con regularidad (¡recordando hacer ejercicios de calentamiento y estiramiento, por supuesto!).
Para evitar desgastar los músculos y los tendones, ten conciencia de la cantidad de veces que realizas un movimiento repetitivo. Si debes realizar actividad repetitiva, descansa de vez en cuando y trata de hacer algo diferente cada 30 minutos aproximadamente.
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