En las céluas, las proteínas son el resultado directo de la expresión de los genes y, además, son las responsables de la aparición de muchos otros fenotipos a nivel macroscópico. Por ejemplo, el que tu pelo sea liso, ondulado o crespo, depende del ambiente y del tipo de protewínas que fabrican las células de las glándulas pilosas, a partir de la información genética que contienen (De La Riva, 2011).
El
ácido desoxirribonucleico, frecuentemente abreviado como ADN, es un ácido
nucleico que contiene instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y
funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos y algunos virus, y es
responsable de su transmisión hereditaria. El papel principal de la molécula de
ADN es el almacenamiento a largo plazo de información. Muchas veces, el ADN es
comparado con un plano o una receta, o un código, ya que contiene las
instrucciones necesarias para construir otros componentes de las células, como
las proteínas y las moléculas de ARN. Los segmentos de ADN que llevan esta
información genética son llamados genes, pero las otras secuencias de ADN
tienen propósitos estructurales o toman parte en la regulación del uso de esta
información genética.
¿Qué es el ADN?
Desde el punto de vista químico, el ADN es un
polímero de nucleótidos, es decir, un polinucleótido. Un polímero es un
compuesto formado por muchas unidades simples conectadas entre sí, como si
fuera un largo tren formado por vagones. En el ADN, cada vagón es un
nucleótido, y cada nucleótido, a su vez, está formado por un azúcar (la
desoxirribosa), una base nitrogenada (que puede ser adenina→A, timina→T,
citosina→C o guanina→G) y un grupo fosfato que actúa como enganche de cada
vagón con el siguiente. Lo que distingue a un vagón (nucleótido) de otro es,
entonces, la base nitrogenada, y por ello la secuencia del ADN se especifica
nombrando sólo la secuencia de sus bases. La disposición secuencial de estas
cuatro bases a lo largo de la cadena (el ordenamiento de los cuatro tipos de
vagones a lo largo de todo el tren) es la que codifica la información genética:
por ejemplo, una secuencia de ADN puede ser ATGCTAGATCGC... En los organismos
vivos, el ADN se presenta como una doble cadena de nucleótidos, en la que las
dos hebras están unidas entre sí por unas conexiones denominadas puentes de
hidrógeno.
Para
que la información que contiene el ADN pueda ser utilizada por la maquinaria
celular, debe copiarse en primer lugar en unos trenes de nucleótidos, más
cortos y con unas unidades diferentes, llamados ARN. Las moléculas de ARN se
copian exactamente del ADN mediante un proceso denominado transcripción. Una
vez procesadas en el núcleo celular, las moléculas de ARN pueden salir al
citoplasma para su utilización posterior. La información contenida en el ARN se
interpreta usando el código genético, que especifica la secuencia de los
aminoácidos de las proteínas, según una correspondencia de un triplete de
nucleótidos (codón) para cada aminoácido. Esto es, la información genética
(esencialmente: qué proteínas se van a producir en cada momento del ciclo de
vida de una célula) se halla codificada en las secuencias de nucleótidos del
ADN y debe traducirse para poder funcionar. Tal traducción se realiza usando el
código genético a modo de diccionario. El diccionario "secuencia de
nucleótido-secuencia de aminoácidos" permite el ensamblado de largas
cadenas de aminoácidos (las proteínas) en el citoplasma de la célula.
Para concluir, la mayoría de los genes tienen como función construir el código para la síntesis de proteínas, es decir, esta síntesis se realiza a travéz de la lectura de la información contenida en un gen. Por lo tanto, las miles de proteínas diferentes que existen en nuestras células son sintetizadas a partir de la información contenida en miles de genes diferentes.
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