viernes, 24 de febrero de 2012

Tejidos epitelial y conectivo

Tejido epitelial
Desde el punto de vista morfológico, el tejido epitelial se caracteriza por estar formado por células en contacto unas con otras, y, desde el punto de vista fisiológico, el tejido epitelial tiene como misión recubrir una superficie, bien externa, como en el caso de la piel, o interna, como ocurre en la cavidad intestinal, modificándose a veces en el sentido glandular y adoptando una función secretora.
Según la disposición y forma de sus células, podemos distinguir:
  1. Epitelio de células planas, caracterizado porque sus células son aplanadas. Pueden disponerse formando una sola capa u ordenándose en varias capas o estratos, como en la parte externa de la piel, donde originan un epitelio tegumentario.
  2. Epitelio con monoestratificado, constituido por una sola capa de células prismáticas y situado en el intestino.
  3. Epitelio pseudoestratificado vibrátil, con la peculiaridad de que sus células poseen cilios vibrátiles. Se encuentra en la tráquea, donde hay también células mucosas que mantienen húmeda la superficie.
  4. Epitelio glandular, cuya finalidad es la de elaborar determinados productos que vierte al exterior (glándula exocrina) o a la propia sangre (glándula cerrada o de secreción interna; endocrina).

Tejidos conectivos
Los tejidos de sostén, que son el conjuntivoadiposocartilaginoso y óseo, se caracterizan por poseer elementos celulares separados por una sustancia intercelular.
  • El tejido conjuntivo forma la trama de los órganos y en él se distingue, aparte de las células, una sustancia intercelular con fibras entrecruzadas. Entre las células del tejido conjuntivo están los fibroblastos, que son las células conjuntivas típicas. Son de tamaño grande, a veces en forma de estrella, y a ellas se atribuye la formación de las fibras conjuntivas. Los macrófagos son células con expansiones seudopódicas y citoplasma con granulaciones: en las inflamaciones poseen movimientos ameboides y gran actividad fagocitaria. Las células cebadas se caracterizan por tener el citoplasma con gruesos granulos que se tiñen metacromáticamente, es decir, con un color diferente al del colorante mayoritario utilizado. Hay, además, linfocitos, que no son otros que los de la sangre y linfa extravasados, de tamaño pequeño y núcleo grande.
Las fibras conjuntivas son de dos clases: colágenas y elásticas. Las fibras colágenas constituyen anchas y flexibles bandas que recorren la sustancia intercelular; están formadas por la escleroproteína colágena, que por cocción da gelatina. Las fibras elásticas son generalmente muy finas, y recorren también la sustancia intercelular, a la que confieren elasticidad. El tejido conjuntivo desempeña, además, un papel muy importante en la defensa del organismo frente a los agentes patógenos extraños.
  • El tejido adiposo puede considerarse como una variedad del tejido conjuntivo. Las células fijas son los adipoblastos; carecen de prolongaciones y almacenan grasa. Al principio los adipoblastos poseen en su interior unas gotas de grasa, que luego se fusionan y forman una gota mayor en el centro de la célula. En el tejido adiposo se distinguen todos los elementos celulares e intercelulares del conjuntivo. En la caña, o diáfisis de los huesos, se encuentra una variedad de tejido adiposo que forma el tuétano o médula amarilla, y que en los extremos, o epífisis de ios huesos, origina la médula roja. Bajo la piel, el tejido adiposo se presenta en forma de capa continua llamada panículo adiposo, la cual está muy desarrollada en las personas obesas, y que en el cerdo da lugar al tocino. El panículo adiposo, aparte de ser una gran reserva de grasa, representa una protección muy eficaz contra el frío.
  • Tejido cartilaginoso. Sus células se llaman condroblastos y están alojadas en unos huecos o cápsulas cartilaginosas. La sustancia intercelular es sólida y elástica, apreciándose en ella haces colágenos y fibras elásticas.
  • Tejido óseo. Sus células son los osteoblastos y están alojadas en lagunas óseas. La sustancia intercelular tiene haces conjuntivos y una materia interfibrilar endurecida por carbonato y fosfato cálcicos. Toda la masa ósea se encuentra recorrida por una red de canales llamados conductos de Havers, por donde pasan los vasos sanguíneos y nervios. Las lagunas óseas se hallan situadas alrededor de los conductos de Havers. relacionándose con ellos, como también entre sí, por medio de los conductos calcóforos.
Muchos autores considerana la sangre un tejido concetivo con sustancia intercelular líquida. Por su importancia lo trataremos como un tejido independiente.